Este ha sido el caso de Lady Beatríz. Una joven profesora que se encontraba con muchísimas caritas expectantes por conocerla y sonrisas para recibirla.
Durante todo el curso ha ido calando en sus pequeños corazones, con paciencia, cariño, algún que otro "enfado" (pero pequeñito) y también en el de las mamis.
Al llegar el final de curso como detalle le entregué este perrito luciendo los colores de su equipo, ya sabéis que intento que sea todo lo más personalizado posible..
Su cara al verlo se transformó en una gran sonrisa (aunque no es difícil porque siempre la lleva) e infinidad de palabras de cariño que no se me olvidarán.
Beatríz, la pasión y vocación se ve al poquito de estar contigo, transmites tanta energía y fuerza que no dudo la huella que vas a dejar en estos peques el día de mañana, recordándote como " la profe que llegó nueva" y que solo desean el inicio del curso para volverte a ver.
Me quedo con una de tus frases: "el cariño que me dan no se compara con nada".